Pues resulta que el pasado 11 de septiembre -2.000.000 de personas según
los convocantes, 1.500.000 según los Mossos y 600.000 según la Policía
Nacional y la Guardia Civil- se manifestaron en Barcelona para pedir la
independencia de Cataluña.
Partiendo de la premisa de que cada uno es muy libre de sentir lo que desee sentir... y de que en democracia -siempre usando los cauces democráticos- pedir la Luna es completamente legítimo... me parece que vamos por mal camino. O por un camino muy superado por la Historia.
Al hilo de la IDENTIDAD, decía D. Julio Caro Baroja en uno de sus libros: «Si hay una identidad, hay que buscarla en el amor. Ni más ni menos. Amor al país en el que hemos nacido o vivido. Amor a los montes, prados, bosques, amor a su idioma y costumbres, sin exclusivismos. Amor a sus grandes hombres y no sólo a un grupito entre ellos. Amor a los vecinos y a los que no son como nosotros».