“El día 22, las patatas al horno con panceta y los muslos de pollo pasan
a ser sustituidos por patatas al horno con verdura y barritas de
merluza con ensalada para respetar el Miércoles de Ceniza. El guiso de
ternera previsto para el primer Viernes de Cuaresma pasa al jueves. En
su lugar, los escolares tendrán lentejas con verduras y bacalao a la
riojana con ensalada”. Se cambió el menú... y se armó el Belén... antes
de comenzar la Cuaresma.
Nos situamos en el CEIP Virgen de la Encina de la localidad madrileña de Hoyo de Manzanares. La empresa que gestiona el comedor escolar (sin contar con nadie) modifica el menú para adaptarlo a la Cuaresma. Lo notifica a la Directora del centro, y esta informa a los padres... que, indignados, piden explicaciones por teléfono y por escrito.
“No entiendo que a mis hijos les cambien la dieta a cuenta de costumbres decimonónicas”, dice una madre. “Fuera de lugar que un colegio público de un Estado laico fije las comidas por un calendario religioso”, dice un padre.