Ya está. Ya nació

Ya está, ya nació. Son las ocho y media de la mañana del 20 de septiembre... y ya veo los ojillos de esta niña. Mientras escribo estas líneas, la miro y remiro. Y me parece preciosa.

Nace una nueva Iglesia en Palencia. Por ahora no tiene los rasgos definidos, no se parece a nadie en especial. Bueno, sí que guarda algunos rasgos de su “madre”, la Iglesia en Palencia que tenía en su cabeza una imagen de la Catedral de Palencia. La que mimó e hizo crecer D. Amador Valderrabano.

Pero la “niña” quiere ir definiéndose poco a poco... quiere tener sus propias facciones, sus propios rasgos. Por lo que me ha dicho -en suaves balbuceos- quiere parecerse a todos y cada uno de los hombres y mujeres, niños, jóvenes, adultos y mayores... que viven su fe a diario en esta diócesis de Palencia.

Quiere que todos podamos encontrar en ella un rasgo familiar, algo en lo que podamos vernos reflejados. Está dando sus primeros pasos y necesita la ayuda de todos para que sean firmes. Por eso, habrá que felicitarla -con mesura, para que “no se lo crea”- cuando de un paso acertado... y corregirla -con cariño, como a todos los niños- cuando haga algo que no está bien. Así habrá que educarla.

Y me dice que ahora mismo tiene un problema muy serio. Quiere llegar a TODAS las parroquias de la diócesis... TODOS los domingos. No le hace gracia llegar a cada casa un domingo “sí” y otro “no”. Pero no sabe muy bien cómo hacerlo.

Su casa, la diócesis, es grande... y llena de pequeñas parroquias. Le cuesta ir a algunos sitios... y algunas veces llega tarde. Se le ocurren algunas maneras de llegar a los sitios, y cree que van a ser necesarias “manos voluntarias” que le ayuden a ir de un sitio a otro.

Piensa en un “voluntario” que recoja Iglesia en Palencia en un pueblo grande... y la lleve a un pueblo pequeño. Y nos pide que nos lo pensemos. Y que si tenemos alguna sugerencia... se la hagamos llegar.